Somos consientes de que trabajar en salud mental implica una conexión profunda con las personas, y la creatividad se convierte en un puente vital en este proceso. En el contexto de la comunidad, la creatividad permite encontrar formas inclusivas y culturalmente sensibles de abordar los desafíos de salud mental. Realizamos un taller creativo con las coordinadoras y algunos compañeros de los equipos locales para aprender metodologías y trucos para el trabajo creativo con material reciclado.
Al emplear métodos creativos, como el arte, la música o la narración de historias, los profesionales pueden superar las barreras lingüísticas y culturales, llegando a individuos de diversas origenes. La creatividad también fomenta la confianza y el entendimiento mutuo, construyendo un ambiente de apoyo donde las personas se sienten seguras para compartir sus experiencias y emociones. Este enfoque creativo no solo honra la diversidad de la comunidad, sino que también promueve la aceptación y la sanación en un nivel más profundo y significativo.
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